POR VANIA RAVELO, ESPN DIGITAL
SAN FRANCISCO, EEUU.- La historia es de sobra conocida.
El pasado 15 de junio Rafael Devers se despidió de la franela que vistió por 1,053 juegos en nueve temporadas en las Grandes Ligas, la de Boston Red Sox. Lo hizo con un cuadrangular solitario ante el acérrimo rival de la franquicia roja, New York Yankees, que significó el extra base 500 de su dilatada carrera, ante la mirada de miles de fanáticos en Fenway Park.
Más tarde, se enteró que iría a los San Francisco Giants, que apostaron por él como una pieza nodal en esta campaña; sin embargo, los resultados sugieren el mal negocio hecho por el equipo californiano, máxime si consideramos que, al cabo de la actual temporada, a su contrato le restarán ocho años más de los 10 a los que se comprometió por 313.5 millones de dólares.
Devers llegó a la cifra de los 500 extra bases con 28 años y 234 días, convirtiéndose en el jugador de Red Sox en lograrlo con menor edad y el número 31 de la MLB en conseguirlo a esa edad o más joven, por lo que su trayectoria está enmarcada con hitos de alto relieve, pero esas glorias no le han valido para ser un pelotero clutch con San Francisco, al menos, no aún, dado que, desde que el dominicano arribó al equipo, éste ha perdido 28 de 46 juegos, tiene marca de 59-59, y de .500 en su última decena de encuentros (5-5), ubicado en el tercer puesto del Oeste de la Liga Nacional, a 9.0 juegos de distancia del líder Los Angeles Dodgers y a 7.0 del segundo puesto, San Diego Padres.
Para hacerse de los servicios de Devers, los Giants enviaron a Boston al pitcher zurdo Kyle Harrison, a los derechos Jordan Hicks y Jose Bello, así como al jardinero James Tibbs III, es decir, nombres de jugadores interesantes estuvieron involucrados en el canje, pero ¿cuál ha sido el aporte del dominicano a su nuevo equipo?
De inicio, posee una mayor tasa de ponches, elevó esta estadística del 22.8 por ciento que tenía esta temporada con Boston a 30.0 por ciento con San Francisco (con su anterior franela se ponchó 76 veces en 272 turnos legales, con su nuevo club suma 61 chocolates en 169 turnos al bat). De hecho, ya tiene una jornada negra de ‘golden sombrero’ con San Francisco, al recibir cuatro ponches el pasado 1 de agosto en la casa de los New York Mets.