José Eduardo Ciprián Lebrón, alias Chuki, quien fue ultimado el pasado fin de semana cuando viajaba en una yipeta, en el sector de Herrera, municipio Santo Domingo Oeste, se le había otorgado la libertad condicional tras cumplir cinco de los 10 años de prisión a los que se le condenó por el atentado al pelotero David Ortiz (el Big Papi), en junio de 2019.
Ciprián fue señalado como uno de los dos autores intelectuales del atentado contra el pelotero, mientras cumplía prisión preventiva por otro homicidio.
En diciembre de 2022 se le sentenció a los dos lustros por el caso del exjugador de las Grandes Ligas, en un bar de Santo Domingo Este, y en el que el miembro del Salón de la Fama salvó su vida de milagro tras un impacto de bala a quemarropa y de espalda.